pasión por el patín

Parecen lejanos los días en que Sandra Paravano y Gabriela Vaudagna eran las únicas jovencitas que se destacaban en el Patín Artístico y trascendían nuestro ámbito. Actualmente es conocido el auge que tiene la disciplina y sigue en aumento el interés y se practica en varios clubes de Esperanza. Unión ha puesto énfasis en su difusión y apoyo, llegando a constituirse en uno de los planteles más nutridos de la región, teniendo en su plantilla a Belén Bertoia que ha logrado títulos importantes. La deportista nos cuenta como fue su acercamiento a las ruedas y los detalles. “Yo tenía cinco años y una compañera del preescolar, y mi vecina, me invitaron al festival de patín artístico que se haría en el club Unión, allí me entusiasmé y mis influencias fueron mis amigas Jenifer Cerrudo y Daniela Guilarducci. El festival me gustó mucho y en ese momento pensé que era lo que yo quería hacer. Mi primera profesora fue Sandra Paravano, que me dijo comprara mis primeros patines extensibles con ruedas amarillas. Al principio me costó aprender, como a todas las chicas pero, al mes siguiente me dijo que compre los patines profesionales, ya que aprendía rápido”. Con apenas 12 años Belén tuvo y mantiene un papel deportivo preponderante, y muchas cosas pasan por su mente ante esta felicidad junto a sus compañeras de rubro. Ella quisiera algún día enseñar lo que va asimilando de sus profesores y de la experiencia misma, llegar a mundiales y conocer países haciendo lo que le gusta pero, además tiene un sueño que dista de las pistas y las coreografías, ser médico cirujano. La nobleza de los pensamientos es un hilo conductor indispensable y Belén reconoce ampliamente a todas las personas que la han formado y a quienes siguen nutriendo su camino. En ello está la familia, su actual técnico el Profesor Gustavo Sierra, la Profesora Noelia Vera que tanto la ayuda, su preparador físico Mariano Bongiovanni y Jésica Prizzio, la profesora de Danza Clásica. “No me quiero olvidarme de los “profes” que también me entrenaron durante estos años cuando Gustavo se ausentaba por concurrir a cursos de patín artístico – dijo finalizando - Marisa Lorenzón, Juan Silvestrini y José Orellano, que los quiero mucho porque de cada uno de ellos aprendí algo. También le agradezco a Sandra Paravano que me ayudó mucho en los años que pasaron, y nunca olvidaré que en el primer nacional de danza al que fui, ella me prestó sus ruedas porque yo no tenía. Vaya mi aprecio para la labor periodística que siempre tiene muy presente a esta hermosa disciplina que es el patín artístico”. El alma de quienes llevan el fuego interno del arte emparentado con lo deportivo, tienen estos sentimientos para compartir, solo hay que encontrarlos. Ellos están en los que ganan y en los que no llegan a conseguir laureles. Ganar es una consecuencia de la preparación, y por que el tiempo pasa velozmente, cada uno da lo que posee naturalmente. José López